¡BASS, BASS, BASS!

Hace algunos años, veinticinco tal vez, escuché una canción de unos 8 minutos, bastante extensa para lo que las radios solían poner, pero sumamente agradable y tremendamente rítmica, y como solía pasar en repetidas oportunidades ¡no decían quien o quienes la interpretaban!
Lo cierto es que me pareció estupenda; en aquel entonces no sabía diferenciar a que instrumento le pertenecía tal o cual sonido, simplemente me gustaba el teclado y lo que parecía un continuo tocar de tambores. Esa canción se llamaba “Good Times” del grupo “Chic” fundado por Bernard Edwards, Nile Rodgers y Tony Thompson. En esa canción monumental que empieza con un rumor de motor a reacción se puede hallar la un estribillo de veinte notas de bajo tocado por Bernard Edward (uno de los miembros de la banda), dicho estribillo llegó a definir la música urbana y - por que no- también el hip hop.
Y es de Edwards de quien trataremos ahora. Una vez viendo un video de “Chic” leí un comentario que decía “bass, bass, bass” (bajo, bajo, bajo) y que mejor puede definir a este extraordinario músico (bajista, arreglista y compositor), con una enorme influencia en artistas de diferentes estilos ¿alguno de vosotros ha escuchado “Another one bite the dust” de “Queen” y las líneas de bajo de tal canción?, y a lo largo de su carrera , Edwards creó una líneas de bajo que se han convertido en clásicas y han sido sampleadas hasta las saciedad. Poseedor de una técnica muy particular para tocar el bajo, y es que en la técnica estándar se usan alternativamente los dedos índice y medio de la mano derecha, pero él usaba el pulgar y el índice unidos como si estuviese empleando una púa, para pulsar la cuerda con la parte superior e inferior del dedo índice alternativamente.
Bara los bajistas en general, Edwards es un ícono, independientemente del estilo de música que hagan, quien elevó el rol y la categoría del bajo, creando sesiones rítmicas memorables, influyendo en el funk y en la música disco en su época, y como decía un comentario hace algunos años, a menos que se trate de los casos de Sting o Paul McCartney, es muy raro para un bajista lograr algún tipo de fama o notoriedad en la industria de la música, pero Bernard Edwards con su trabajo, ritmos funky y líneas de bajo flexible, resultó ser...la excepción a la regla.