SIEMPRE LIBRE NINO BRAVO

“Libre,
como el sol cuando amanece,
yo soy libre como el mar...
libre...como el ave que escapó de su prisión
y puede, al fin, volar...
libre...como el viento que recoge mi lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin, la libertad”.

El 16 de abril se cumple un año más de la muerte de uno de un cantante al que es imposible encontrarle algún detractor, sencillamente porque no existen. Un ARTISTA admirado por aquellos que lo conocieron a fines de los años 70 y por mucha gente de las actuales generaciones. Me refiero a Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como NINO BRAVO.
Existe una simple y gran diferencia entre ser un artista famoso y ser un artista popular, aunque este último término haya sido maltratado durante mucho tiempo. La diferencia –para nosotros- radica en que se puede ser famoso pero no querido, en el caso de este cantante español de extraordinaria voz se cumple lo segundo, famoso y amado.
El cantante nacido Ayelo de Malferit, Valencia, 3 de agosto de 1944 – y muerto en Villarrubio Cuenca, 16 de abril de 1973, era de aquél grupo de artistas españoles que en los años 70 viajaron al otro lado del charco, para hacer las Américas.
Aunque parezca curioso los primeros años de vida artística de él, no fueron todo lo auspicioso que de podría creer de un cantante destinado a ser leyenda, sin embargo la historia cambiaría en el verano de 1969, Augusto Algueró le dio "Te quiero, te quiero"; Nino consiguió con ella un éxito arrollador siendo elegida canción del verano, y precisamente esta es uno de los temas más famosos de este querido artista.

Un episodio muy famoso en la vida del valenciano fue en noviembre de 1972, cuando participa en el Festival de la Canción de Río de Janeiro como representante español, donde logra empatar en el primer puesto con David Clayton-Thomas (Estados Unidos). La victoria le sería arrebatada injustamente por el presidente del jurado, Joseph Lee Zhito, que, al ser estadounidense, no podría haber votado por su propio país. En este festival Nino Bravo participó con la canción “Elizabeth” y el material grabado durante este evento refleja la prodigiosa voz que tenía.
La figura de Nino Bravo reapareció con fuerza en el panorama musical de habla hispana en 1995, cuando se editó el álbum "50 Aniversario". En esta producción discográfica se realizaron, gracias a la técnica, duetos entre el desaparecido artista y cantantes de éxito actuales. Pronto se convirtió en el disco más exitoso del valenciano, cuyas ventas se estiman en más de un millón de copias.

La letra que escribí arriba es parte de una canción que el paso de los años, la letra tan hermosa, tan profunda y comprometida, la han convertido en un himno de antología y nadie como Nino para cantarla. Una canción que tiene origen en un episodio penoso, relacionado con el Muro de Berlín, esta cancion se llama "Libre".

Nino Bravo tenía una voz de tenor y con un color o timbre que eran preciosos; tenía un timbre claro cálido, redondo, profundo y cristalino, con un vibrato que lo ajustaba de manera que sonara agradable, además de una perfecta dicción, porque como se darán cuenta, se entiende cada palabra que dice. Por último, como leí alguna vez, la interpretación es el espíritu de la música, porque una voz que no transmite, es eso, sólo una voz…la de Nino TRANSMITIA emociones y sentimientos al escucharla.
Suyos son temas clásicos como “Noelia”, “Un Beso y Una Flor”, “Mi Gran Amor”, “América”, “Cartas Amarillas”, etc. Este en un cálido homenaje para Nino Bravo, siempre libre.