sábado, 20 de noviembre de 2010

YOU´VE GOT A FRIEND

Hace algunos años, mientras veía un capítulo de mi serie favorita "The Wonder Years", escuché una maravillosa canción llamada “You've got a friend”, interpretada por James Taylor. Es que el episodio en cuestión trataba de la amistad inquebrantable de dos niños, algo que sería permanente durante el resto de sus vidas. No tarde mucho tiempo en averiguar la traducción de la letra y el nombre de la compositora, mi admirada Carole King. El tema originalmente era parte del disco “Tapestry” y contiene una letra extraordinaria, parte de ella dice:

"Cuando estés triste y nerviosa,
Y necesites una mano amiga,
Y nada, nada te vaya bien,
Cierra los ojos y piensa en mí,
Y pronto estaré allí,
Para alegrar tus nubladas y oscuras noches".

No puedo negar que es una de mis canciones preferidas, que me tocó de una manera especial desde un primer momento. Lo cierto es que la música puede ser un excelente vehículo para transmitir emociones justas y nobles, para decir que el mundo puede ser mejor y que no hay “montaña lo suficientemente grande” como manifiestan Marvin Gaye y Tammi Terrell en esa inolvidable declaración de intenciones llamada “Ain't no mountain high enough”, que fuera también parte de la banda sonora de “Remember the Titans”.

Me pregunto cómo hace una artista para encontrar la inspiración en el momento justo, para expresar las palabras necesarias, para manifestar sentimientos de reflexión de cosas verdaderamente importantes y que la superficialidad pase a segundo plano. Me pregunto cómo hicieron Paul Simon y Art Garfunkel para crear “Bridge over Troubled Water” y de esta manera transmitir sentimientos tan honestos y profundos, sin caer en la sensiblería barata.
Que podamos disfrutar de estos momentos de reflexión a través de la música y de canciones atemporales y que trascienden modas y estilos.













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